Problemas contables
Una compañía puede haber cerrado el mejor año
de facturación de su historia, y sin embargo tener desequilibrios de caja. Esto
puede deberse a un sobre endeudamiento, una mala planificación de sus procesos
de cobro, o retrasos en los pagos por parte de sus clientes.
Cuestiones que,
aunque se hayan ejecutado las ventas, pueden generar falta de liquidez a la corporación.
Veamos algunas causales para generar desequilibrios en Tesorería.
Ø Desconocimiento
del flujo de caja empresarial: Desconocer la liquidez de la empresa y las cuentas
bancarias, pagos y cobros que realiza la compañía. Esto supone
un desconocimiento total de la base económica de la organización, que
puede llevar a un hundimiento económico de la misma al no conocer los datos
económicos básicos. Parece algo impensable que un empresario desconozca estos
datos, pero como dice el refrán siempre es mejor prevenir que curar.
Ø Personal especializado en la gestión
del área de tesorería: Al tratarse de una parte fundamental
de la dirección y supervivencia de una empresa, es importante saber quién está
al cargo de esta parte tan delicada. En las grandes empresas la gestión de la
tesorería suele estar bajo la responsabilidad de un departamento de
contabilidad especializado, pero en el caso de pequeñas y medianas empresas la
cosa cambia ya que no siempre se disponen de los conocimientos
oportunos. Desconocer la tesorería de la empresa, aunque se carezca
de conocimientos de gestión económica, puede suponer el fin de una pyme.
Ø Pocos recursos financieros:
Las fuentes de financiación son fundamentales para cualquier tipo de
negocio, desconocerlas o descuidarlas puede suponer que estas fuentes de
financiación acaben exhaustas y que los beneficios empresariales decaigan
notablemente. La inconsciencia de estas fuentes implica un desconocimiento de
la mecánica de trabajo a implementar para poder mantener una buena y creciente
relación con las mismas.
Posibles soluciones a los problemas contables
Las dificultades de tesorería son el primer aviso de que algo está
funcionando mal en un negocio, pero las preguntas son: ¿Cómo reaccionar y cambiar el rumbo? ¿Qué
soluciones podemos tomar antes de que la situación empeore y no exista
solución?
En realidad, nunca es demasiado tarde para poder implementar en la
empresa una gestión financiera profesional, que puede ayudarnos con aspectos
como:
Ø Aspectos de Tesorería: Con proyecciones y objetivos a corto y largo plazo.
Pueden ser muy útiles con el control de cobros, la elección de aquellas
herramientas financieras necesarias para la empresa y una negociación con los
bancos para poder conseguir nuevas vías de financiación.
Ø Control de la gestión: Control sobre los presupuestos y la implantación de un cuadro de mando que
se ajuste a las necesidades reales de la empresa son algunas de las
características fundamentales de una gestión financiera profesional, así como
su posterior seguimiento mensual
de todos los costes y beneficios.
Ø Planificación fiscal: Quizás uno de los aspectos más
importantes que se suelen pasar por alto en las empresas. Este aspecto está
orientado a maximizar el resultado de la entidad después del pago de impuestos.
Ø Plan de mejora continua empresarial: En este aspecto se contemplan ideas
como el coaching a
diferentes sectores de la empresa, las auditorias internas.
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